Los pensamientos suicidas fluyen en mi cabeza de manera tan constante y automática como el acto de respirar. Me visualizo haciéndolo de diferentes maneras, y ya no me produce lágrimas… Y digo ya porque hace unos meses, cuando todo empezó, si que lo hacía de manera bastante considerable. Siempre que hago algo o veo a alguien me digo internamente que esa podría ser la última vez, porque si me da una “crisis” no se como reaccionaré a estas alturas. Aunque una cosa es pensarlo y otra tener el valor de hacerlo (si es que lo que falta de valor no lo pone la desesperación propia de un momento delicado).
Para mi es sumamente difícil hacer frente a este tipo de situaciones porque soy completamente incapaz de poner un stop. Y mucho menos de hacer lo que l@s profesionales me dicen acerca de dejar esos pensamientos para una franja horaria (es una “técnica” que me han planteado y consiste en reprimir los pensamientos negativos para dirigirlos y pensar sobre ello solo en un momento concreto del día).
Estar activo es otra posible solución… Pero a muy corto plazo, o eso es lo que puedo decir a partir de mi corta experiencia. Como ya dije en otra entrada de estas, me gusta correr y coger la bicicleta, pero honestamente ya hay que superar dos cosas antes de ello. Primero, la desgana e inapetencia previa. Y segundo, todos los pensamiento que incluso agotado continúan en muchas ocasiones limitando por completo el placer que puede suponer hacer tal o cual cosa. A pesar de todo, la monotonía a la que el propio estilo de vida “moderno” nos hace llegar, tal como le pasa por ejemplo a muchas de las personas cercanas a mi, más los añadidos propios de un estado de depresión, es mucho peor que hacer algo “diferente" o al menos intentar hacer algo (que no siempre, pero por momentos y ratos si que ayuda a airear la mente).
En definitiva, y no creo que sea nada nuevo para alguien deprimido, no veo luz al final del túnel. Poco a poco la depresión me está arrastrando a algo que solo se caracteriza por elementos negativos (y que no sabría definir ni catalogar con una palabra concreta), y esto junto a perspectivas de mi mismo no muy positivas, o como mínimo completamente difusas dado que no me podría definirme de ninguna manera., logran hacer un coctel un tanto extraño y espectacular. También habría que añadir más cosas, pero en fin… La idea supongo que esta clara ya.
